martes, febrero 28, 2006

Baudelaire

Hoy he conocido a un ángel
lo malo es que estaba muerta
y de sus ojos salían arañas y escorpiones.
Hoy acaricié su piel, marmórea y fría
y cuando pude soportar el hedor
la poseí entre azafranes y petunias.

Normalmente no me pasan estas cosas
pero ya lo decía mi horóscopo:
"hoy será un buen dia"

asiento de 2


Seguro que ahora te preguntas qué estoy escribiendo
¡nada relacionado contigo zorra presuntuosa!
Por detrás de mis ojos, soplan fugaces dos codornices despeluchadas que excretan hertzios obturadores y tetas.
Tetas, si
pero no son las tuyas, tiernas y apetecibles,
son, como siempre, los cándidos pechos de un millón de lúbricas imaginaciones que ya estuvieron antes en tu lugar.
No intentes ablandarme con tus dulces ojos,
no hallarás más que nauseabunda putrefacción.
Quieres alborotar mis codornices, pero ya es tarde,
han vivido mil batallas como esta y han defecado sobre labios más carnosos,
sobre mandíbulas mejor definidas si cabe.
Esto creía yo en mis tiempos mozos.
Y a la voz de tres, los turbios pajarracos se abandonan a un vuelo desincronizado y caótico
¡como la cópula de los caracoles!

domingo, febrero 26, 2006

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El rosado culo de un mono celebe ofrecía extenuada hipnosis al grupo de estudiantes imberbes que presenciaban el apareamiento.
La maestra miraba de reojo al señor de sombrero.
Cuando el macho hubo concluido la inseminación, extrajo su palpitante miembro del interior de la hembra ante el murmullo de todos los niños.
La maestra miraba directamente al señor de sombrero.
El mono, sentado sobre su culo rosa y en un perfecto aleman, exclamó con voz grave: .-¡que coño pasa!
La maestra agarró con fuerza la tapa de la cisterna y dejó escapar un grito.
Se subio las bragas y volvio con los niños.