lunes, abril 21, 2008

Parámetros II: Spleen




Al rumor de las máquinas, la propia consciencia se hace insoportable.

Al rumor eficiente de las máquinas, las partes móviles evidencian una sobriedad turbia mientras se deslizan cadenciosos los vapores incandescentes del sodio,
y las piernas se disuelven,
y pierden masa,
y apenas pueden sostener
su propia estructura.

Al rumor de las máquinas la luz mortecina de los fluorescentes guarda el sonido amortiguado
de las conversaciones ajenas,
y no hay en el aire más que derrota,
y resguardo,
y la consciencia empática de una inmensa comunidad de individuos aislados
en el calor del tungsteno.

Así, las condiciones son favorables 
y los destinos parecen correctos,
sin embargo se mastican los dientes por las noches.
Las fibras mantienen su tensión.

Al rumor de las máquinas el calor es asfixiante
y las articulaciones se resienten por el pálpito vibrante de los mecanismos,

y el sueño se hace

pesado e inquieto.