Viaje IV: cambio de estación
Después de pensar un rato, decidió que las hormigas voladoras estarían mucho mejor en el suelo, a ras de suelo.
Con un movimiento rápido del pulgar, minimizando el contacto con sus cuerpos invertebrados y fríos, las precipitó al vacío, una por una, dejando tres pequeñas huellas de condensación en el cristal de su ventana.
Una por cada una.
Aisló su habitación de nuevo y se tumbó. Con los ojos abiertos.
[audio: Lemon Jelly-Lost Horizons-Space Walk]
3 comentarios:
Definitivamente tu blog ha tocado fondo... espero que con esto se anime tu blog un pokito.
PD: Te lo has de currar un poco más.
Me encanta la foto, mr. Pozas, pero ardo en deseos de leer prosa marquesdesadeniana suya, que sé que la cultiva, y la oculta a los ojos del vulgo, tío perraco.
Se me cuide. Se le echa de menos. A los demás también, claro, pero ellos no dicen esas burradas tan gordas con tanta sutileza.
Nacho
Los parroquianos queremos más arte simiesco, o el Dios Cable acabará contigo. Más!
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