El panteísmo del queso de Hamburgo.
Amad el holocausto, y las bombas atómicas y la cloratita,
y su danza sinfónica.
(El tenedor de Marinetti.)
¡Que ellas impongan el orden merecido!
El silencio posterior es la belleza absoluta, el contraste, la perfeccion...
¡Que venga!
Dejad paso a la era de las drogas y la claridad que ellas otorgan,
las alteraciones físicas nos acercan a Dios y a su conocimiento, ubícuo.
Que nadie piense sin el realismo mágico de la bencedrina, la altiplanicie heróica.
Mascullad su nombre en los transportes públicos, someteos a su quietud inconsciente.
Alzado por la maquina mas perfecta de la naturaleza, acometed los designios de La Bestia
para rendiros a sus vapores...
¡Que venga!
Hay que amar con remordimiento,
corromper los cimientos de la armonía y despreciar la vida propia y ajena.
Arrasad los poblados y violad a los cadáveres,
Sólo de esta manera prepararemos las tierras para la nueva siembra.
Sólo de esta manera Él se mostrara complacido.